jueves, 24 de enero de 2013

No usamos la misma vara de medir para según que cosas


Las zapatillas de deporte de Milan Piqué Mebarak.

Hace un par de días, exactamente el 22 de enero sobre las 21.30 o 22.00 horas nació Milan Piqué Mebarak, el hijo de la famosa pareja compuesta por Shakira y Piqué. Cuando no habían pasado ni 24 horas de tan feliz acontecimiento, el padre acudió, como cualquier otro día, a su entrenamiento. Todos los medios de comunicación se hicieron eco tanto del nacimiento como del aplauso que los compañeros de Piqué le brindaron por su recién estrenada paternidad. A nadie le parece extraño que un señor, que acaba de ser padre, deje a su mujer y a su recién nacido para ir a trabajar. En cambio, sí hubo voces que se levantaron cuando Soraya Saénz de Santamaría apareció el 20 de Noviembre en el balcón de Génova, para celebrar que el PP había ganado las elecciones generales, cuando tan sólo habían pasado unos diez días de dar a luz también a su retoño. Estamos de acuerdo, que una mujer necesita tiempo para recuperarse del parto, pero si ella se sentía con fuerzas para volver al trabajo, ¿por qué demonizamos su decisión y aplaudimos la del defensa culé? El cuidado y disfrute de los hijos es una responsabilidad tanto del padre como de la madre. Hasta que no empiece a chirriarnos que un hombre vuelva al trabajo a las pocas horas de ser padre, no alcanzaremos la igualdad, no sólo en el ámbito doméstico sino también en el mundo laboral, y el empresariado seguirá viendo más ventajoso contratar a un hombre que a una mujer. Las personas, que son influyentes en la sociedad como son la vicepresidenta del gobierno y el futbolista, son las primeras que deberían de dar ejemplo para que la baja por maternidad y paternidad se vea como algo normal.

domingo, 13 de enero de 2013

El Salmorejo, realmente ¿cordobés?

Imagen de 4 de los 5 salmorejos que probamos

El salmorejo cordobés, como su propia denominación indica, es un plato típico de mi tierra, de Córdoba.  El origen de este tradicional plato era algo completamente desconocido para mí. Nunca, había sentido la curiosidad o necesidad de conocer el origen de esta crema. Ahora, sé un poco más sobre él,  gracias a la visita que realicé a Salmorejería Umami en navidades. Reconozco que fui al sitio no muy entusiasmada. En honor a la verdad, el salmorejo no es una de mis comidas predilectas, pero las personas con las que habíamos quedado para comer les apetecía ir, así que, dejé aparcadas mi reticencias a un lado, y allá que nos fuimos a la salmorejería. Ahora, a toro pasado, tengo que decir que menos mal que lo hice. No sólo por lo que allí degustamos. Cinco tipos distintos de salmorejo. La memoria me falla, y sólo recuerdo 4 de los 5 que probamos. Degustamos uno de salmorejo de maíz y caviar, otro de aguacate y salmón, otro de boletus, setas y jamón, otro de remolacha con piñones y virutas de queso, y el último no me entusiasmaría demasiado cuando no recuerdo de qué era. Aunque, me extraña porque todos estaban muy buenos. Además, también comimos otras delicatessens de la carta. Lo mejor no fue sólo lo bien y relajados que almorzamos, sino la charla posterior que mantuvimos con Juanjo Ruiz, el Chef de la salmorejería. Por cierto, que no es cordobés sino sevillano, de una localidad llamada Herrera. Gracias a él descubrimos muchas curiosidades acerca del origen de este plato, que en cualquier caso cordobés o no, deleita los paladares de todo el mundo.

 P.D. No les cuento cuál podría ser el origen de este manjar porque no está muy claro, y es mejor, que si quieren, lo investiguen ustedes mismos.